Gobierno de Trump ordena a USCIS revisar más de 200.000 casos de refugiados admitidos durante la presidencia de Biden
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La medida detiene el trámite de residencia permanente para refugiados, afecta a quienes ya recibieron su green card y crea duda sobre la estabilidad de su estatus.
La Administración de Donald Trump ha ordenado al Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS) revisar más de 200.000 casos de refugiados admitidos en Estados Unidos entre enero de 2021 y febrero de 2025, periodo que corresponde al mandato del expresidente Joe Biden. La medida exige realizar nuevas entrevistas para determinar si quienes obtuvieron protección humanitaria cumplían realmente con los criterios legales al momento de su ingreso.
El memorando interno, firmado por el director de USCIS, también exige suspender de inmediato el procesamiento de solicitudes de residencia permanente para los refugiados beneficiados en esos años. Esto afecta tanto a quienes están esperando su green card como a quienes ya la obtuvieron, cuyos casos podrían reabrirse.
¿Qué implica la revisión ordenada por USCIS?
La directriz establece que todos los expedientes deberán evaluarse nuevamente, lo que incluye entrevistas adicionales y verificación de la información presentada durante el proceso inicial. Si USCIS determina que un refugiado no cumplía los requisitos legales, como demostrar persecución por motivos de raza, religión, nacionalidad, opinión política o pertenencia a un grupo social, el estatus podría ser revocado sin derecho a apelación.
El mismo memorando señala que la revisión podría extenderse a refugiados admitidos fuera del periodo de Biden si USCIS lo considera necesario. Esto amplía el alcance de la medida y genera incertidumbre para refugiados que llevan años residiendo en el país. Organizaciones de apoyo han advertido que este proceso podría dejar a miles de familias en riesgo de perder protección y ser colocadas en procedimientos migratorios.
Impacto en trámites de residencia y procesos de ciudadanía
La suspensión de los trámites de residencia permanente es uno de los efectos más inmediatos. Por ley, los refugiados deben solicitar la green card un año después de llegar al país, y después de cinco años de residencia continua pueden solicitar la ciudadanía. Con esta orden, esos procesos quedan en pausa para quienes ingresaron durante la presidencia de Biden, incluso si ya habían completado parte del camino hacia la naturalización.
USCIS también reexaminará los casos de quienes ya recibieron la residencia, lo que podría afectar planes laborales, acceso a beneficios y la estabilidad migratoria de miles de familias. Expertos señalan que este es uno de los cambios más amplios aplicados al programa de refugiados desde su creación en 1980 y advierten que podría aumentar la vulnerabilidad de comunidades que han estado reconstruyendo su vida en Estados Unidos.
Un programa reducido a mínimos históricos
La revisión se enmarca en una política más restrictiva hacia los refugiados impulsada por el Gobierno de Trump. Para el año fiscal 2026, la Casa Blanca fijó un límite de solo 7.500 admisiones, el más bajo en más de cuatro décadas. Además, la mayoría de esos cupos están destinados a solicitantes sudafricanos blancos de origen afrikáner, una decisión que ha generado críticas por su sesgo.
Esta orden llega meses después de que Trump firmara una suspensión indefinida del reasentamiento de nuevos refugiados, argumentando que el país enfrenta una presión migratoria sin precedentes. Sin embargo, organizaciones humanitarias sostienen que estas medidas ponen en riesgo el sistema de protección internacional y podrían afectar la posición de Estados Unidos como país receptor de refugiados.
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