Joven rapero muere cuando protestaba en Perú y policía reconoce que fue baleado por uno de sus agentes

Eduardo Mauricio Ruiz Sanz, conocido en la escena urbana como 'Trvko', fue asesinado la noche del 15 de octubre de 2025 durante una protesta contra el gobierno de José Jerí y el Congreso del Perú. Tenía 32 años y era padre de un niño de 10.

Ruiz recibió un disparo mortal en el tórax que le provocó la muerte. Este lamentable hecho ocurrió en la Plaza Francia, ubicada en Lima, donde el joven rapero descansaba junto a su hermano. Más tarde, la Policía Nacional del Perú (PNP) confirmó que el disparo provenía de uno de sus agentes.

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Joven rapero muere cuando protestaba contra el gobierno de José Jerí

En declaraciones a la prensa, el comandante general de la PNP, Óscar Arriola, identificó al suboficial Luis Magallanes como el agente que disparó contra el rapero Eduardo Mauricio Ruiz Sanz. Arriola precisó que Magallanes pertenece a la Dirección de Investigación Criminal (Dirincri), pero será apartado del cuerpo policial. Además, informó que el agente está recibiendo atención médica por un diagnóstico de politraumatismo.

Imágenes captadas por cámaras de seguridad de Lima muestran el momento en que Magallanes abre fuego contra el joven músico. Un segundo agente, también armado, fue detenido tras los hechos y ambos permanecen bajo custodia.

Según testigos, la manifestación transcurría de forma pacífica hasta que se desató el caos. "El policía que disparó nos vio y levantó el arma. No pidió documentos ni nada. Solo disparó a matar", relató Roberto, amigo cercano de la víctima, a La República.

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Denuncian intento de encubrimiento

Rodrigo Noblecilla, abogado de la familia, denunció que la Policía intentó manipular la investigación desde el primer momento. "Jamás había visto que dos generales, con una actitud desmesurada, intentaran llevarse el cuerpo sin el consentimiento de los familiares", afirmó al mencionado diario peruano. Sostuvo que pretendían asumir el caso para "modificar la versión oficial a su conveniencia".

El letrado también explicó que no era necesario trasladar el cuerpo a otro centro, ya que el hospital donde falleció contaba con especialistas en criminalística. "Querían tomar el control del procedimiento, pero la familia se opuso", añadió.