Exdiputado cuestiona ejercicios militares de Maduro y afirma que Venezuela no tiene armada: "Está dando la peor imagen"

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Nicolás Maduro anunció ejercicios militares en la costa de Venezuela, pero el exdiputado Barrios advierte que la Armada venezolana carece de capacidad para responder a Estados Unidos.

Nicolás Maduro despliega tropas ante la presencia militar de Estados Unidos en el Caribe.
Nicolás Maduro despliega tropas ante la presencia militar de Estados Unidos en el Caribe.
por Pub. 24 oct 2025 Act. 26 Oct 2025 | 9:45 h

En agosto de 2025, la administración de Donald Trump movilizó destructores, submarinos y barcos con el supuesto propósito de combatir el tráfico de drogas. Hasta el momento, la operación norteamericana ha dejado al menos 37 muertos en 9 bombardeos contra presuntas lanchas que transportaban narcóticos en aguas internacionales del Caribe y el Pacífico, según conteo de AFP. "No crazy war. No a la guerra loca. Venezuela quiere paz", dijo este jueves 23 de octubre Nicolás Maduro, acusado por Estados Unidos de liderar el Cártel de los Soles.

Ese día, el dictador venezolano anunció que la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB) contará con el apoyo de milicianos y policías para realizar ejercicios militares en la costa del país, desde el estado Zulia [en el noroeste, fronterizo con Colombia] hasta el estado Sucre en el noreste, cercano a Trinidad y Tobago. "Este ejercicio se va a mantener por 72 horas", declaró Maduro durante un acto de juramentación de la Comisión Promotora para la Constituyente Obrera.

Ante el aumento de la tensión entre Caracas y Washington, el exdiputado constituyente de 1999 y actual secretario ejecutivo de la Confederación de Trabajadores de Venezuela, Froilán Barrios, pidió a la administración republicana de Trump mayor claridad respecto a la intervención de la Armada estadounidense. "Es una situación que demanda atención inmediata", declaró a Latino Actual.

Exdiputado de Venezuela cuestiona ejercicios militares de Nicolás Maduro

—¿Cómo interpreta las maniobras militares que ha iniciado Venezuela ante el despliegue naval de Estados Unidos en el Caribe?

Son maniobras distractoras del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro para presentarse ante el mundo y ante los venezolanos como un gobierno fuerte y respaldado por la población. Pero evidentemente no es así. Estas acciones reflejan la debilidad del régimen y el escaso apoyo con que cuenta en Venezuela.

Esa falta de respaldo explica el fracaso de la convocatoria de cuatro millones de milicianos y luego ocho millones, así como los recientes videos donde aparecen dirigentes como Diosdado Cabello con machetes en la mano, en escenas que, por cierto, recuerdan a (Manuel Antonio) Noriega.

—¿Cómo evalúa el nivel de preparación y capacidad de respuesta de las Fuerzas Armadas venezolanas ante una posible escalada?

Dentro de los llamados 8 millones de milicianos, se estima que solo unos 100.000 están realmente militarizados y entrenados. Maduro ha afirmado incluso que dispone de 5.000 misiles rusos para responder a cualquier acción del gobierno de Donald Trump. Según expertos militares, se trata de misiles de corto alcance, sin capacidad de respuesta a gran distancia.

Sabemos que Venezuela prácticamente no tiene armada. Su condición es precaria y depende del respaldo de Rusia, que ha enviado armamento en el marco de un acuerdo de cooperación con la dictadura venezolana. Pero evidentemente no tiene las dimensiones para enfrentar a la primera potencia del mundo.

Tensión entre Venezuela y Estados Unidos

—¿Qué lectura hace de la participación de Trinidad y Tobago en ejercicios militares con Estados Unidos frente a las costas venezolanas?

Trinidad y Tobago ha expresado en varias ocasiones su apoyo a estos ejercicios militares, y así demuestra el alineamiento del gobierno con la participación de la Armada estadounidense en el Caribe. De ese modo, forma parte de la presión regional que se ejerce sobre Venezuela.

En menor medida, las Antillas Holandesas (Curazao, Aruba y Bonaire) también respaldan estas maniobras y refuerzan la presencia norteamericana en la zona.

Al mismo tiempo, destaca el silencio de los países que en su momento se beneficiaron del programa PetroCaribe y de la cooperación petrolera venezolana, pero que hoy mantienen distancia ante los acontecimientos actuales en la región.

Incluso la isla de Granada ha mostrado cierta apertura a esta política de Estados Unidos, que refleja el retorno de la influencia norteamericana en el Caribe y América Latina, como parte de una estrategia de reafirmación geopolítica.

—¿Considera posible que la tensión entre Caracas y Washington escale hasta un punto de riesgo para la región?

De hecho, la situación ya se ha extendido hasta Colombia. La pugnacidad en el diálogo entre Gustavo Petro y Donald Trump refleja un aumento de la actividad naval en el Pacífico, especialmente en la costa colombiana, dado que Venezuela solo tiene salida al mar Caribe, en el Atlántico. Este escenario anticipa un posible clima de inestabilidad regional.

Las recientes declaraciones e intervenciones de Petro y Maduro han intensificado esa tensión. No hay que olvidar que Colombia y Venezuela formaron parte de la Comunidad Andina de Naciones y aún mantienen ciertos vínculos históricos.

Sin embargo, los demás gobiernos andinos no han expresado respaldo a las posturas de ambos mandatarios, aunque el tema genera preocupación e impacto político en la región.

Froilán Barrios dice que régimen de Maduro "está dando la peor imagen"

—¿Qué papel deberían asumir la OEA o la ONU ante este escenario de creciente militarización en el Caribe?

La OEA y la ONU deberían convocar reuniones de emergencia, porque están muriendo personas y aún no se conoce con claridad cuánta droga transportaba cada lancha ni de qué tipo de sustancia se trataba.

La intervención de la Armada estadounidense en la zona exige transparencia y coordinación internacional, ya que el impacto en la región podría ser significativo.

Es una situación que requiere atención inmediata, del mismo modo en que la ONU mantiene una vigilancia constante sobre conflictos como los de Gaza o Ucrania.

Este caso no puede considerarse una intervención menor, pues sus implicaciones regionales son evidentes.

—Finalmente, ¿qué mensaje enviaría al alto mando militar venezolano en este momento de tensión y riesgo geopolítico?

Es triste el papel que está desempeñando el alto mando militar ante las acciones de la tiranía madurista. Existen numerosos presos políticos militares que rechazan la degradación sufrida por la institución castrense. Ponerse del lado del tirano equivale, prácticamente, a condenarse de por vida.

El Ejército venezolano es uno de los más sobredimensionados del mundo: se estima que cuenta con más de 2.000, incluso 2.500 generales, una cifra desproporcionada respecto a su número de tropas. Por eso, la moral de algunos sectores debería reaccionar.

El alto mando, encabezado por Padrino López y sus allegados, está dando la peor imagen posible de la institución militar, tanto ante el pueblo venezolano como ante las naciones de América Latina.