Nacionalidad peruana para migrantes "es un sueño que no se puede alcanzar" por barreras económicas y geográficas, advierte abogada venezolana

Los migrantes en Perú tienen que cumplir con diversos requisitos para obtener la nacionalidad peruana; según la Ley N.º 32421. Al respecto, continúa siendo un desafío para miles de migrantes que residen en el país sin un estatus migratorio regular. Así lo advirtió la abogada venezolana Génesis Hung, especialista en derechos humanos, quien aseguró que “tener la nacionalidad peruana es un sueño que no se puede alcanzar para todos los extranjeros en Perú”.

Según explicó la jurista a Latino Actual, la legislación peruana exige que toda persona interesada en naturalizarse deba cumplir condiciones estrictas, entre ellas residir de forma legal y continua en el país por un periodo mínimo, no registrar antecedentes penales ni policiales, además de cumplir con un salario anual de 10 Unidades Impositivas Tributarias (UIT). "Es indudable que al final la nacionalidad es potestativa de cada país, el hecho de otorgarla o no" menciona.

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Nacionalidad peruana es un sueño inalcanzable para migrantes por barreras económicas

El principal obstáculo identificado por Hung en la Ley N.º 32421 son los altos costos asociados al proceso de nacionalización peruana. Para un migrante con recursos limitados o con un estatus laboral precario, una realidad común entre los extranjeros irregulares, demostrar un ingreso anual mayor a 10 UIT (equivalente a unos $15,000 en 2025) es una barrera insuperable. "Hay más de 80% de venezolanos trabajando en la informalidad", revela.

"Para poder estar de regular en el país y para poder acceder a una nacionalidad es más un tema de privilegios. No se trata de que se pueda demostrar arraigo en el país o demostrar compromiso y que se han hecho aportes", afirma Hung.

Al respecto, Hung sugiere que se deben mejorar los accesos a la nacionalidad peruana, que actualmente se rige bajo la Ley N.º 32421, pero que contiene condiciones que para los migrantes en Perú resulta complicado cumplir, ya que "carece de logicidad" y solicita "mayor tiempo para la nacionalidad y el sueldo equivalente a los 10 UIT".

"Debe existir un proceso de regularización bajo la cual esta persona pueda integrarse al país y ya una vez integrada, tenga opciones para poder obtener la nacionalidad peruana que sean factibles y lógicas de acuerdo a las características nacionales; como por ejemplo, pedir un ingreso promedio, porque al final de cuentas se ha demostrado, a través de diversos estudios, que la comunidad migrante, no solamente la comunidad venezolana, sino la comunidad migrante en general ha aportado al país", menciona Génesis.

La necesidad de tener un estatus migratorio regularizado durante un período prolongado antes de siquiera poder iniciar el trámite de nacionalidad implica que el migrante debe sostener un costo de vida y una serie de pagos migratorios continuos, una carga económica que desborda las posibilidades de muchos.

“Es realmente preocupante que incluso las personas que en teoría entran dentro de estos preceptos de formalización, que son los que tuvieron una condición migratoria regular, queden prácticamente en cero debido a las trabas actuales, como la falta de contrato laboral o la imposibilidad de acceder a estudios universitarios”, lamentó Hung.

Las "fronteras descontroladas" afectan el acceso de migrantes a la nacionalidad peruana

La abogada Génesis Hung advierte que hay una situación crítica en las fronteras de Perú, ya que pueden llegar a ser "descontroladas" o "porosas". Esta condición está generando una paradoja migratoria: en lugar de facilitar la integración, están bloqueando el acceso a la nacionalidad peruana para miles de migrantes que ya residen en el país.

"Las fronteras democráticas son porosas, pero es precisamente porque no hay un proceso de control de ingreso y control de salida eficiente", afirma.

El argumento principal es que el ingreso no regulado y masivo a través de pasos fronterizos informales condena a los migrantes a la irregularidad migratoria desde el primer día, creando un obstáculo prácticamente insuperable para la posterior obtención de la residencia y, eventualmente, la ciudadanía. Además, Génesis indica que esta situación se torna preocupante para la comunidad porque "es como vivir en una persecución eterna".

"Lo idóneo sería que las personas sean identificadas, porque de lo contrario son caldos de cultivos, de que haya grupos delictivos que no se identifican", advierte Hung.

De acuerdo a la abogada venezolana, el sistema actual peruano penaliza la forma en que los migrantes llegan, sin ofrecer rutas de regularización efectivas que permitan cerrar la brecha entre la irregularidad inicial y la posibilidad de optar por la ciudadanía. Por ello, recalca que los extranjeros irregulares puedan acceder a vías que les permitan regularizarse, ya que "por motivos ajenos a su voluntad, muchos no habían podido hacerlo".

"Hay que regularizar a las personas, dar orientación y accesos a canales seguros. La regularización permite que las personas integren el país, permite conocer cómo aprovechar al capital humano... y evitar que se trabaje en las sombras", menciona.