Política migratoria de Trump está causando una escasez de mano de obra sin precedentes en el sector construcción

La escasez de mano de obra, destacada por la Reserva Federal, retrasa proyectos y crea un efecto dominó que afecta al consumo y la inversión en varios sectores.

Las políticas migratorias causan miedo en los trabajadores, afectando proyectos en la construcción y provocando pérdidas de empleo para inmigrantes y estadounidenses.
Las políticas migratorias causan miedo en los trabajadores, afectando proyectos en la construcción y provocando pérdidas de empleo para inmigrantes y estadounidenses. composición LA
por Pub. 14 sep 2025 Act. 14 Sep 2025 | 11:21 h

El mercado laboral de Estados Unidos atraviesa un enfriamiento importante. En agosto apenas se crearon 22.000 empleos y, por primera vez desde 2020, se registraron pérdidas en junio. Sectores como la manufactura, la minería, el petróleo y, sobre todo, la construcción reflejan esta tendencia negativa. Este último rubro es especialmente vulnerable, ya que un 34% de su fuerza laboral proviene del extranjero.

El endurecimiento de medidas migratorias y las redadas del ICE han incrementado la desconfianza y el miedo, no solo entre quienes no cuentan con papeles, sino también entre trabajadores con autorización legal. ¿El resultado? Retrasos en proyectos, pérdida de empleos y un clima de incertidumbre que afecta tanto a inmigrantes como a empleados estadounidenses y empresas que dependen de ellos.

¿Qué dicen las encuestas en EE. UU.?

Una encuesta realizada por la Asociación de Contratistas de Estados Unidos (AGCE) y el Centro Nacional para la Construcción, la Educación y la Investigación (NCCER) mostró que casi un tercio de las compañías constructoras se ha visto afectado en los últimos seis meses por las políticas migratorias. Además, el 92% enfrenta serias dificultades para contratar personal. El 5% de las empresas reconoció haber sido allanado por el ICE y un 10% adicional perdió trabajadores ante el temor a redadas.

El economista jefe de AGCE, Ken Simonson, declaró a El País: ''La actual escasez de mano de obra es la principal causa de retrasos en proyectos de todo tipo''. Estados como Georgia, Virginia y Carolina del Sur están entre los más golpeados. A ello se suma que un 20% de los subcontratistas también reporta pérdidas de personal, lo que agrava el problema en la cadena de suministro laboral y genera sobrecarga en las obras en curso.

La Fed reconoce la presión en la economía

La Reserva Federal, en su último Libro Beige, mencionó en más de una docena de ocasiones cómo la reducción de mano de obra inmigrante está complicando al mercado laboral. Distritos como Nueva York y Richmond confirmaron que la falta de personal ha retrasado múltiples proyectos de construcción, y la perspectiva sobre la disponibilidad futura de trabajadores es poco alentadora.

Para mitigar los efectos, algunas compañías han optado por ofrecer semanas laborales de cuatro días como incentivo para retener a sus empleados. Sin embargo, estas medidas no solucionan el problema estructural: la escasez de personal calificado y el ambiente de desconfianza. La Fed advierte que la falta de trabajadores está afectando también al ritmo de crecimiento económico regional.

Toda la economía en EE. UU. se ve afectada

El impacto no se limita a los inmigrantes. Según Ben Zipperer, economista del Instituto de Política Económica (EPI), las deportaciones también afectan a los trabajadores estadounidenses. ''Cuando haya menos techadores y carpinteros inmigrantes para construir la estructura básica de las viviendas, habrá menos trabajo disponible para electricistas y fontaneros nacidos en Estados Unidos'', explicó.

Este efecto dominó también se refleja en la reducción del consumo y la inversión, ya que una menor población inmigrante significa menos gasto y menos dinamismo económico. Esto, a su vez, reduce la creación de empleo y amplía la brecha de oportunidades. Lo que empezó como un problema en la construcción amenaza con extenderse a otros sectores y enfriar aún más la economía.

Proyectos retrasados y menor movilidad laboral

La encuesta de la AGCE y el NCCER reveló que el 78% de las constructoras ha sufrido retrasos en al menos un proyecto durante el último año, y el 45% lo atribuye directamente a la falta de mano de obra y subcontratistas. Aunque el informe JOLTS mostró un aumento de vacantes en el sector (de 242.000 en junio a 306.000 en julio), expertos aclaran que esto responde más a la incapacidad de cubrir puestos que a una mayor demanda real.

La movilidad laboral también está en mínimos históricos: la rotación de trabajadores cayó al nivel más bajo en nueve años, lo que refleja la falta de alternativas en el mercado. ''No hay oportunidades'', lamentó Simonson, y se refiere a un contexto donde la inseguridad laboral y los costos arancelarios presionan aún más a las empresas. Los retrasos y la falta de confianza empresarial podrían convertirse en un freno serio para el crecimiento de la economía estadounidense.