El edificio de lujo en Nueva York donde el departamento más barato cuesta US$10 millones: está lleno de grietas y ruidos insoportables

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Con departamentos que superan los US$10 millones, la torre diseñada por el arquitecto uruguayo Rafael Viñoly, acumula denuncias de grietas, ruidos molestos y filtraciones.

El 432 Park Avenue en Manhattan enfrenta graves problemas de estructura y vibraciones que pone en riesgo a sus residentes.
El 432 Park Avenue en Manhattan enfrenta graves problemas de estructura y vibraciones que pone en riesgo a sus residentes. Ad España
por Pub. 27 nov 2025 Act. 27 Nov 2025 | 16:19 h

En Nueva York, en plena "milla de los multimillonarios" de Manhattan, donde el lujo es la regla y no la excepción, un rascacielos se han convertido en sinónimo de problemas. El 432 Park Avenue, una torre donde el departamento más económico supera los US$10 millones, acumula denuncias de fallas estructurales, ruidos insoportables, vibraciones y daños millonarios en sus unidades. Su silueta, celebrada inicialmente como un símbolo del siglo XXI, hoy es vista por muchos residentes como una maldición arquitectónica.

El edificio fue un éxito rotundo de ventas, pero desde su inauguración no ha dejado de generar complicaciones para quienes viven allí. Una reciente inspección de las autoridades neoyorquinas determinó que, sin una intervención profunda, la torre no solo pone en riesgo a sus habitantes, sino también a peatones y autos a nivel de la calle.

¿Quién diseñó el emblemático edificio en Nueva York?

432 Park Avenue fue proyectado por Rafael Viñoly, el prestigioso arquitecto uruguayo formado en Argentina y fallecido en 2023. Su diseño minimalista y cuadriculado, que buscaba convertirse en un ícono de la arquitectura residencial en altura, tomó como referencia un objeto poco glamoroso: un tacho de basura creado en 1905 por el diseñador austríaco Josef Hoffmann.

No es el primer proyecto de Viñoly que genera controversia. En Londres, su edificio “Walkie Talkie” se volvió famoso por un efecto inesperado: la fachada cóncava concentraba la luz solar y llegó a derretir partes de autos estacionados en la calle, además de provocar pequeños incendios. En Nueva York, los problemas no surgieron por la luz, sino por el viento.

432 Parl Avenue llegó a ser la torre más alta del mundo

Hasta 2020, 432 Park Avenue fue la torre residencial más alta del mundo, con 425 metros. Su planta, un cuadrado perfecto de 28,5 metros por lado, le otorga una proporción de 15:1 entre altura y base, tres veces más extrema que la del Empire State Building. Esa esbeltez, celebrada como una proeza de ingeniería, terminó siendo también su talón de Aquiles.

Para sostener la estructura, se construyeron dos enormes tubos de hormigón ultrarresistente, uno dentro del otro, conectados cada 12 pisos mediante vigas de dintel. El diseño permite departamentos sin columnas internas y vistas abiertas en todas las direcciones. El penthouse, de 768 metros cuadrados, se vendió en US$ 70 millones.

Pero esa estructura extrema lo volvió extremadamente sensible al viento. Aunque se incorporaron pisos abiertos para permitir el paso de las ráfagas, la torre sufre un fenómeno conocido como desprendimiento de vórtices: fuerzas de aire que golpean el edificio y provocan vibraciones incluso con vientos moderados.

Grietas, vidrios rotos y agua en movimiento

Los residentes han reportado grietas en la fachada, luminarias de vidrio que se rompen por el movimiento del edificio, bañeras cuyo agua se agita “como si estuvieran en un bote” y filtraciones que provocaron millones en daños. Algunas plantas llegaron a inundarse por fallas relacionadas con esas vibraciones.

El deseo de los desarrolladores de lograr un hormigón casi blanco para la fachada también contribuyó a los problemas. Ingenieros habían advertido que modificar las proporciones de los componentes del material podría comprometer su resistencia. Y así ocurrió: aunque la fachada fue reparada varias veces, las grietas volvieron a aparecer. Los nuevos arreglos podrían costar hasta US$100 millones.

Demandas, ruidos insoportables y un expediente explosivo

Los propietarios han presentado demandas en las que acusan a los desarrolladores de negligencia y enumeran 1.500 defectos de diseño y construcción. También denuncian que los promotores ocultaron información sobre problemas estructurales para completar las ventas y obtener ganancias que rondaron los US$900 millones.

Además de las fallas visibles, los residentes aseguran que conviven con ruidos y vibraciones permanentes. Algunos describen que el uso del conducto de basura “suena como una explosión”. Entre las explicaciones posibles está el efecto chimenea: la fricción del aire dentro de los huecos de los ascensores produce un ruido ensordecedor.

El balanceo del edificio también genera tensiones irregulares en los cables de los ascensores, lo que ha provocado fallas, daños e incluso personas atrapadas. Los propietarios exigen una indemnización adicional de US$125 millones.

Viñoly admitió fallas y tensiones con los desarrolladores

A poco de su inauguración, Rafael Viñoly sorprendió al reconocer públicamente que 432 Park Avenue tenía fallas. También reveló tensiones con el desarrollador Harry Macklowe, a quien describió como uno de esos empresarios “que se creen arquitectos”. Contó que hubo decisiones que se tomaron en contra de sus recomendaciones y que varias de las preocupaciones técnicas fueron ignoradas.

Documentos judiciales de 46 páginas sugieren que los promotores estaban al tanto de los problemas en la fachada y optaron por despedir a consultores que advirtieron de las fallas, en lugar de invertir en soluciones costosas.

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